2 feb 2007

Imperial Glory. Anexión. Península Ibérica bajo dominio Portugués

Fig 1. Región de Castilla

Introducción

Con el ejemplo siguiente estudiaremos la manera de efectuar la anexión completa de la Península Ibérica, pero haciendo primero que sus regiones satélites (las que no son capitales) pasen a formar parte íntegra de nuestro imperio, invadiendolas y posteriormente firmando Tratados de Paz con sus propietarios. Evitaremos de este modo, que pasen directamente a un país invasor si las capitales de Castilla ó Alentejo son anexionadas. Este tema ya se ha tratado en la 1ª Parte sobre anexiones.

En el transcurso de la Campaña podremos encontrarnos ante diferentes situaciones. Dependiendo de las zonas que ocupemos en el mapa en esos momentos y de nuestras posibilidades militares, actuaremos en consecuencia. Las situaciones que expongo a continuación pueden que no se den en la campaña(como pocas tropas enemigas en la península), pero con estos planteamientos sólo intento poner ejemplos que traten de explicar de la manera menos confusa la dinámica más apropiada ante los distintos procesos de anexión.

Situandonos en el escenario

España fué vencida por Portugal que ahora controla toda la Península Ibérica. Entran en juego los países de Francia(azul), Portugal(verde) y un poco más adelante España(beige)

Fig 2. Invasión de Aragón y Cataluña

Fig 2. Atacamos la Península invadiendo Aragón y Cataluña.

Fig 3. Anexiones con Tratados de Paz y Ataque a Castilla

Fig 3. Tras instalarnos en Aragón y Cataluña solicitamos un Tratado de Paz a Portugal para conseguir que estas dos regiones sean parte integra de nuestro imperio. Luego atacamos de nuevo a Portugal invadiendo Castilla.

Fig 4. Liberamos a España de Portugal pero luego invadimos Andalucía

Fig 4. Y aquí acontece una situación delicada que debemos meditar tranquilamente. Al echar a las tropas portuguesas de Castilla, España(color beige) vuelve a entrar en juego con las dos regiones que le quedan, pero su destino depende de nuestros movimientos. Nos aparece una ventana solicitandonos si decidimos permanecer como invasores ó nos retiramos como libertadores.

Si decimos que venimos sólo a echar a los portugueses, España nos concederá un permiso de paso de ocho turnos de duración para que tengamos tiempo de retirar nuestras tropas. Esto no nos interesa, ya que pretendemos anexionar la Península entera, y la firma de un permiso de paso también conlleva el no poder atacarla de nuevo hasta los turnos establecidos. Así que respondemos que venimos a quedarnos, y al encontrarnos en una capital de nación aparece sobre su edificio emblemático el proceso de anexión.

Si continuásemos en Castilla hasta anexionarla, también conseguiríamos Andalucía, pero ya hemos comentado en párrafos anteriores, que este tipo de anexiones no es seguro. Lo apropiado es que España nos la venda y así formará parte íntegra de nuestro imperio. Esto lo conseguimos mediante un Tratado de Paz tras su invasión, como hemos hecho con con los portuguese en Aragón y Cataluña. Siguiendo con la estrategia interrumpimos el proceso de anexión y nos retiramos de Castilla, pero no para largarnos para Francia, sino para adentrarnos en Andalucía.

Fig 5. Anexión de Andalucía y Ataque al Algarve

Fig 5. Solicitamos tratado de paz a España para hacernos con Andalucía como es debido y luego invadimos Portugal por la región del Algarve.

Fig 6. Anexión del Algarve y Ataque a Alentejo

Fig 6. Solicitamos Tratado de Paz a Portugal para que EL Algarve pase a nuestro imperio adecuadamente y luego invadimos Alentejo.

Fig 7. Anexión de Alentejo y Ataque a Castilla

Fig 7. Anexionamos la capital Alentejo, nos hacemos con el botin de guerra, borramos la presencia portuguesa del mapa y nos lanzamos de nuevo sobre la capital de España, Castilla.

Fig 8. Anexión Completa de la Península

Fig 8. Nos hacemos con un segundo botín al completar la anexión de Castilla, eliminando también la presencia española y cumpliendo con nuestro objetivo principal, anexionar como es debido las regiones satélites de la Península.

Conclusión

Ahora ya podemos aumentar la capacidad económica de nuestro imperio invirtiendo en estas regiones con la tranquilidad de saber que un invasor no nos la puede quitar anexionando tan sólo sus capitales. Evitaremos invertir en las capitales hasta que tengamos la seguridad de que seran defendidas con éxito. Espero que no haya sido muy engorroso el planteamiento.


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